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Quizás a muchos les extrañará el título de este libro, “Cuando aún sonaba el tam-tam…”, pero es que ese periodo marcaba la época dorada de la verdadera caza en África......y la posibilidad de combinar con algunas exploraciones en bastantes rincones perdidos, que siempre los había. Recuerdo con gran nostalgia aquellos tiempos en que el “tam-tam” era parte de la vida cotidiana, mandando y recibiendo mensajes y conectando poblados en lo más profundo de la maleza, con una precisión sorprendente sobre el tema tratado.
Quizás a muchos les extrañará el título de este libro, “Cuando aún sonaba el tam-tam…”, pero es que ese periodo marcaba la época dorada de la verdadera caza en África......y la posibilidad de combinar con algunas exploraciones en bastantes rincones perdidos, que siempre los había. Recuerdo con gran nostalgia aquellos tiempos en que el “tam-tam” era parte de la vida cotidiana, mandando y recibiendo mensajes y conectando poblados en lo más profundo de la maleza, con una precisión sorprendente sobre el tema tratado. Muchas veces cuando me desplazaba con mi equipo oía en la distancia el monótono sonido del “tam-tam” y, al preguntar a mi portarrifles y rastreador jefe que ocurría, pues se escuchaba también como una contestación, me aclaraban: “Les dicen que el patrón Tony cobró unos elefantes en aquella zona y ahora se dirige a ese sitio para intentar conseguir más de esos animales”. A pesar del tiempo nunca conseguí entender ni un solo sonido del “tam-tam”, pues todos me parecían igual, y así pasé muchísimos años siendo un perfecto ignorante integral… ¡hasta la fecha!
Como todo en esta vida tiene un principio y un fin, a partir de la década de 1970 cada vez se escuchaba menos el “tam-tam” hasta que, tristemente, terminó por desaparecer junto con el encanto que eso representaba.
